Con el tejado y el forjado fabricados con vigas laminadas y la superficie exterior de las paredes cubierta con tarima de ciprés en color roble, la madera configura la imagen de la casa.
Una puerta de entrada Alpujarreña de herraje sencillo y aire envejecido da paso a un ambiente natural, donde la madera reina en todo el espacio interior vistiendo los techos, los pilares y la escalera por la que se filtra la luz del exterior.
La protagonista de todo el ambiente es la escalera hecha con peldaños de bambú de alta densidad y barandilla de madera maciza, ligera pero de consistencia robusta y resistente relaciona visualmente todos los ambientes y da carácter a la casa.
Las puertas castellanas que imitan a la tarima rompen la uniformidad de colores y aportan un toque original y rústico al interior.